Monday, December 04, 2006

"Hijo de Puta”

¿Cuántas veces no hemos escuchado la no tan estéticamente fonética “mentada de madre”?, ¿En realidad nos hemos puesto a pensar en esos niños y niñas hijos de madres que practican la más antigua de todas las profesiones?, ¿Porque no podemos decir “chinga a tu policía madre” o “chinga a tu funcionaria madre” o tal vez “chinga a tu vendedora de cosméticos por catálogo madre?

En mi visión limitada sólo capto lo siguiente:

Primero.- La sexo servidora, lo que yo veo, de estas respetables (más adelante expongo lo de respetables), señoras, es que por lo general no lo hacen por gusto, esto va de la mano del desempleo, marginación, discriminación, etc., si practican este oficio es por mera necesidad, porque es la única manera en la que pueden llevar un bocado de pan a sus hijos.

¿En qué están mal estas damas si hay gente que busca sus servicios?, ¿Existiría este trabajo si no hubiera clientes?

Ahora lo de respetable, ¿Cuántos de nosotros se atrevería a practicar la prostitución en caso de una necesidad extrema?, es cuestión de supervivencia, ¡eso hay que respetarlo y admirarlo, no condenarlo!, ¿O a caso alguno de nosotros nos hemos ofrecido a conseguirle un empleo digno y que respete la integridad moral, psicológica y física de su persona?

Segundo.- Sus hijos, lamentablemente ellos son los que tienen que vivir con el estigma, como dice el título de este escrito, de ser un “hijo de puta”, su madre no es la única que sufre las consecuencias psicológicas de su profesión, no crean que después de acostarse con unos cuantos tipo llega a su casa como si llegara de la oficina, eso también repercute en la formación de los hijos, la baja autoestima de la madre afecta en el modo en que los va criando, pues, ¿podrá infundir respeto o autoridad en su hijo si ella misma se siente “ultrajada” a diario?

Otro punto muy importante es que muchas de las veces esos niños viven en familias disueltas, o ni siquiera hubo una familia, por consiguiente no tienen un padre, pero quizá hasta fue mejor que no lo tuvieran, no se puede esperar mucho de alguien que abandona a su pareja y orilla a esta a prostituirse, o simplemente fueron producto de vil sexo, incluso de violación.

Está comprobado que el niño, mientras se encuentra en el vientre materno, capta las emociones de su progenitora, no creo, si esta estuvo rodeada del ambiente descrito en el anterior párrafo, que le “herede” un esquema emocional confiable al neonato.

Ahora el impacto emocional en el ambiente social que lo rodea, llámese escuela, barrio, colonia… será siempre señalado por ser el hijo de esa prostituta que se mal pasa y arriesga por las noches para mantenerlo con vida.

No con todo esto quiero dar a entender que el estigma que tienen estos niños los va a limitar en su vida y que no tienen esperanzas de aspirar a algo mejor, y si somos optimistas, hasta podríamos pensar en que estos niños sacarán a sus madres de este oficio para retribuirle el tan desagradable modo de sacarlos adelante.

Entonces, en vez de criticar el oficio y de poner etiquetas en personas que ni culpa tienen, mejor busquemos una manera de mejorar la calidad de vida, de las madres y sobre todo de esos niños, para que sigan manteniendo, durante el tiempo posible, la inocencia, felicidad, ilusión y sueños que a esa edad, tú y yo pudimos haber tenido.