"Sueño"

En estos momentos estoy escuchando música, después de haber ido a comer sushi con mi buen amigo Pedro, estoy acostado, el aire a lo que da y una persona en el Messenger que no me deja escribir en paz.

Hay tantas preocupaciones en mi cabeza que no me dejan pensar con claridad y objetividad, quisiera arreglar todo de inmediato, pero es imposible, la capacidad de resolver las cosas de una manera pronta no está incluida dentro de mi paquete de nacimiento.

Ya he empezado a dar un paso para resolver una cosa a la vez, aparté ya la cámara DVC-Pro, lámparas, micrófonos y cables para poder realizar la grabación de mi cortometraje, esto será el fin de semana que entra.

Pero en este momento lo que más tengo fresco es el sueño de anoche, quisiera analizarlo; un niño dormido que de pronto se pone de pie, corre y se tira al vacío, pero en el aire se convierte en algún tipo de faisán, creo yo, pues no sé mucho de aves, y abre sus alas y vuela lejos, incluso puede volar dentro del mar, pero se aleja mucho de sus seres queridos y, después de una larga travesía, emprende el regreso a casa, un viaje de 36 horas en tren, esto haciendo de lado a la anciana oriental que desde su puesto de vegetales y frutas me revela la ubicación del chaval.

Tengo siempre una admiración a la inocencia de los niños, a la libertad de las aves, la inmensidad del océano, relaciones familiares y la nostalgia de viajar en tren, pero creo que mi inconciente ha hecho una mezcla de elementos muy poco común que me ha confundido, pues para empezar no suelo recordar con facilidad lo que sueño, sólo despierto con los sentimientos provocados por el mismo, más no recuerdo el sueño en sí.

Bueno, para empezar creo que sólo un niño puede tener tanta confianza para tirarse al vacío y tener la seguridad que podrá volar, uno como adulto ya piensa las consecuencias de una caída de tal magnitud, el adulto tampoco vuela en el mar, sólo la imaginación del niño puede lograrlo, nosotros nadamos, luego, como gente mayor, a nosotros la separación de los seres queridos nos es difícil, más no imposible, el niño extraña de manera vital e inmediata a los seres que lo rodean, los adultos pensamos en viajes placenteros y cómodos, los niños con tal de vivir una aventura podrían viajar en las condiciones más incómodas, por último la anciana oriental, creo que esa es la combinación perfecta entre un adulto y un infante, con la sabiduría de la vida y la inocencia de los sentimientos.

Como lo escribí anteriormente, creo que son muchas mis preocupaciones, ese niño inocente soy yo, quien cree que los problemas se solucionarán por arte de magia, el que se convirtiera en esa ave quiere decir que es tiempo de emprender el viaje a nuevos horizontes, esa nueva etapa creo que es la vida profesional que se acerca cada vez más, las ofertas laborales, decisiones, visión de lo que quiero, el que pudiera volar en el agua es que no hay límites para lo que uno quiere, claro está que en muchas cosas que yo decida implicará la separación del núcleo familiar para independizarme y en su momento crear mi propio núcleo familiar, el tren son los medios para llegar a mis metas y la anciana oriental creo que es toda aquella gente a mi alrededor quienes siempre están atentos de ayudarme, orientarme, aconsejarme.

No sé si en realidad sea eso, igual le puedo encontrar un sin fin de significados al sueño, simplemente esto es lo que mejor se acopla a mis necesidades, siempre se trata de eso, de encontrar algo que nos haga sentir mejor.

Entonces es tiempo de extender las alas y emprender el vuelo que a todos, tarde o temprano, nos toca realizar y encontrar nuevos horizontes.